AÑO DE LA MISERICORDIA
Escuchamos por todas partes
que estamos en el año de la misericordia… ¿Pero qué significa para mí, como
Cervantino?
En primer lugar, no es
invento de los sacerdotes, ni una excusa publicitaria; es un regalo que el Papa
Francisco nos hace, para recordarnos que Dios está desbordado en amor y que lo
evidencia de muchas maneras.
Inició el 08 de diciembre, con
la apertura de la Puerta Santa, un signo especial de acogida, sin distinción,
por parte del Padre Misericordioso. El lema de este año es: “Misericordiosos como el Padre”. El
llamado es entonces a amar y a perdonar, como Dios lo hace. Esta tarea es
hermosa; pues tenemos al mejor de los maestros, Jesús. Él es el rostro del
Padre y en muchos pasajes del Evangelio nos muestra la manera de proceder,
únicamente movido por lo que los une con el Padre: ¡el amor!
-Lo primero que tenemos que
hacer es dejarnos amar por Dios;
-después, corresponder a su
amor
-y finalmente, hacer que
otros lo amen
Este es un año para
renovarnos espiritualmente y para ponernos en los zapatos del otro, lo que hará
posible perdonar, no juzgar y dar un
espacio importante a la esperanza… Podemos hacer un itinerario activo, con las
Obras de Misericordia, como una oportunidad para salir de nosotros y ser
misericordiosos como el Padre.
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